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18.6.11

Wait what you want?

Ayer aprendí muchas cosas. Una de ellas fue que los demás no me van a dar siempre lo que yo quiero. No tenemos que esperar siempre del resto, porque no siempre el resultado va a ser el que deseamos y la decepción que agarra luego es lo peor. Si no decimos las cosas, nadie puede saber lo que sentimos, entonces para poder recibir de los demás lo que queremos, tenemos que poder decir los puntos que nos molestan y nos gustaría que pasen o cambien. Para recibir también hay que dar, no siempre todo nos va a venir servido en bandeja. Es algo que hay que aprender, sin pretender siempre que los demás actúen y se hagan cargo de situaciones donde los dos tenemos el mismo compromiso y la misma culpa.
“No hay edad para aprender”

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